lunes, 23 de junio de 2014

LA PLACA DEL SIGLO XXI EN LOS TRABAJOS


            El Mobbing es un tipo de maltrato psicológico y acoso moral, que sufre una persona normalmente en su lugar de trabajo. El agravio puede ser propiciado tanto por jefes como por compañeros o incluso subordinados, no hay una jerarquía lógica establecida. Es un hostigamiento continuo y perseverante en el tiempo (se dice que para poder considerarlo acoso, las agresiones deben ser como mínimo una vez por semana y un mínimo de seis meses), que llega a atemorizar al trabajador, produciendo alteraciones psicológicas, fisiológicas y de conducta, alterando así su vida cotidiana. La palabra mobbing deriva del término inglés “to mob”, que significa atacar, agredir y maltratar; término que definió por primera vez el etólogo y Premio Novel Australiano, Konrad Lorenz, al observar como un grupo de animales atacaban a otros solitarios. Esta epidemia empezó a ser estudiada a principios de los ochenta.

            Los acosadores son personas inseguras que eligen a sus víctimas concienzudamente, porque piensan que son una amenaza para su carrera profesional. Suelen hacerlo de forma sutil y cuidadosa, sin dejar pruebas tangibles.

            El perfil psicológico del acosador es el siguiente:
·         Ausencia de empatía: El hostigador no es capaz de ponerse en el lugar del otro. Son insensibles y no conocen los sentimientos de tristeza, angustia y dolor. Sí saben de su existencia, pero simulan sus propios sentimientos delante de los demás para poder manipularlos con mayor facilidad, aparentando severidad, intransigencia y firmeza.
·         Ineptitud para las relaciones interpersonales: Para ellos, el otro es una amenaza. Esto les impide relacionarse de una manera real, objetiva y positiva. Son incapaces de aprender de los demás y, mucho menos, compartir experiencias, inquietudes o sentimientos.
·         Irresponsabilidad: El acosador suele (no en todos los casos) tener dificultades para la toma de decisiones, por lo que acostumbran dejar que otros (acosados)  las tomen por ellos, acarreando estos últimos con las consecuencias, en caso de ser negativas, y atribuyéndose el merito ellos mismos, si los resultados fueron positivos.
·         Carencia de culpabilidad: Estas personas niegan toda realidad y atribuyen la culpa siempre a los otros. Son incapaces de sentirse culpables y, sin embargo, son expertos en manipular esos sentimientos en los demás, culpabilizándolos de todo lo que ocurra.
·         Mentirosos compulsivos: El acosador es un experto en mentir. Rehace la visión de su vida, dándole totalmente la vuelta a la realidad, de manera que parezca que la víctima es él, y así ganarse el apoyo y la confianza de los demás.
·         Megalomanía: Con sus mentiras dan una imagen de buena persona, íntegra y de fiar.
·         Habilidad retórica: Tienen muchas habilidades para convencer, a pesar de que su discurso suele ser muy abstracto.
·         Habilidad para seducir: Ante los demás disimulan ser personas encantadoras, utilizando su verborrea de serpiente.
·         Envidia: El acosador siente envidia ante aquellos que poseen cosas o características que ellos no poseen, sea por la razón que sea. Estas personas les muestran sus propias carencias (consciente o inconscientemente), lo que despierta su odio y su necesidad de destruirlos.
·         Viven como parásitos: Los acosadores suelen vivir gracias a lo que los demás hacen por ellos, y en el trabajo consiguen engatusar a los compañeros o súbditos para que hagan las cosas por ellos. Anhelan un estilo de vida superior y hablan siempre de personas que consideran importantes con las que se relacionan (ya sean reales o imaginarias).
·         Premeditación: Estos individuos no atacan de forma aleatoria, sino que todo el proceso de acoso ha sido premeditado con anterioridad. Primero estudia y evalúa a su posible víctima, después manipula el entorno a su antojo y, por último, comienza la fase de confrontación, lo que todos conocemos como acoso laboral.

      En cuanto al perfil de las víctimas, podemos destacar que son la antítesis del acosador.
·         Personas responsables y muy profesionales, a las cuales les gusta el trabajo bien elaborado.

·         Fáciles de manejar, con tendencia a confiar en los demás.

·         Sensibles, honradas, sociables, fiables, pendientes de las necesidades ajenas, dispuestas a ayudar, tolerantes, humildes y modestas.

·         Con una gran capacidad laboral, imaginación, creatividad e innovación.

·         Con alto sentido de la justicia, moral y ética, gran capacidad de empatía y sensibilidad ante el sufrimiento ajeno.


      Las acciones de hostigamiento de los agresores hacia sus víctimas son distintas y pueden abarcar diferentes ámbitos de la persona acosada, tales como laboral, social o incluso en ocasiones, personal. El objeto es llevar a la víctima a una situación de acorralamiento, intimidación e inferioridad.

            En el ámbito laboral, podemos destacar las siguientes agresiones:
·         Crítica incesante a su profesionalidad, directamente o a través de rumores.
·         Asignando más tareas de las normales o no asignando ningún tipo de trabajo, cambiándole constantemente de responsabilidades o estableciendo trabajos que entrañen riesgos físicos o que afecten a la salud (física o mental).
·         Poniendo trampas para que cometa errores o no realice correctamente su tarea cotidiana.
·         Ignorarlo, excluirlo, atormentarlo. Gritarle, agredirle verbalmente o insultarle, dominarle.
·         Violentar su espacio de trabajo, cambiar la ubicación de su puesto de forma constante y sin lógica, encomendarle tareas degradantes o amenazar con la estabilidad o continuidad de la prestación de sus servicios en la empresa.

En el ámbito social y vida privada:
·         Intentar aislar socialmente a de la víctima.
·         Hablar mal a sus espaldas, ridiculizándole y criticando su vida personal en público o incluso ante sus familiares.
·         Atemorizar a la víctima con llamadas telefónicas, enviar anónimos a su domicilio, o notas en su puesto de trabajo.
·         Atacando sus convicciones morales, religiosas, políticas o éticas.
·         Agredir o acosar sexualmente a la víctima (en casos extremos).
·         Imitarla y burlarse de su forma de hablar, caminar o de algún gesto característico, difamarla con alusiones relacionadas con sus tendencias sexuales.

      Cuantas menos posibilidades tenga la victima de enfrentarse a la situación o escapar de ella, más fuerte se sentirá el acosador. Es importante resaltar también, que el acosador evitará siempre a víctimas que puedan suponer un peligro para él, como podrían ser personas paranoicas o narcisistas, demasiado similares a él como para acosarlas, y que seguro, serían un problema.

            El coste para el acosado es altamente destructivo. La consecuencia principal para las víctimas que sufren Mobbing es el estrés laboral, que puede conllevar a una baja, aunque hay muchas otras alteraciones:
·         Sentimiento de amenaza, fracaso, impotencia, frustración y miedo a acudir al trabajo.
·         Baja autoestima, sentimientos de ira, rencor y venganza.
·         Trastornos depresivos que, en ocasiones, pueden llevar al suicidio (entre el 10 y el 20% contraen enfermedades graves o llegan al suicidio, según Leymann (1987)).
·         Conductas de aislamiento e incomunicación, dificultad de relacionarse.
·         Deterioro de las relaciones familiares, afectivas, sociales y de la situación económica.
·         Disminución del rendimiento laboral, absentismo o pérdida del puesto de trabajo.

            ¿Qué debemos hacer ante una situación de Mobbing?
·         Ponerlo en conocimiento de la organización (empresa, organización, institución, organismo). Esta comunicación debe hacerse siempre por escrito y por duplicado.
·         Comunicarlo al servicio de prevención de riesgos laborales o al representante legal de los trabajadores de la empresa.
·         Acudir a la inspección de trabajo, donde se presentará una denuncia.

    DI NO AL ACOSO LABORAL. DENUNCIA, NO TE CALLES. TÚ NO ERES MENOS QUE ELLOS, MENOS QUE NADIE. TU VIDA TIENE MUCHO VALOR PARA LAS PERSONAS QUE TE RODEAN, NO DEJES QUE TE AFECTE, NO DEJES QUE CONSIGAN LO QUE QUIEREN. ELLOS SON PERSONAS INSEGURAS, EGOÍSTAS, HIPÓCRITAS Y ENVIDIOSAS. SI NO ERES CAPAZ DE SALIR POR TU PROPIA CUENTA, BUSCA AYUDA. HAY ASOCIACIONES QUE SE DEDICAN A ELLO, CON EQUIPO DE PSICÓLOGOS,  ABOGADOS Y CON MUCHAS GANAS DE AYUDARTE Y HACER QUE TE SIENTAS BIEN. NUNCA TE DEJES VENCER POR ESA LACRA, NO VALE LA PENA. ERES MEJOR PERSONA QUE ELLOS, ESO NO LO DUDES, PERO SOBRE TODO NO PIERNAS LA FE EN TI MISMO .

2 comentarios:

  1. Gracias por compartir este trabajo Sandra! Que sin duda nos aporta a las víctimas e informa a quienes mo conocen qué es la VIOLENCIA Psicológica laboral, que lleva hasta al suicidio a muchos trabajadores

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  2. Carai Sandra!
    Me han saltado las lágrimas al leer tu reseña, has descrito totalmente una situación que viví personalmente en el trabajo. No conocía el término, ni siquiera sabía que se conociese algo así... muchísimas gracias por la información... así espero que si algún día me vuelve a pasar, o vea que le está pasando a alguien, espero saber actuar con las pautas que has marcado.
    Muchísimas gracias, de verdad.

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